Dejo este texto y lo subo para que no siga guardado y si hay algo de suerte, alguno lo lea... La suerte trajo a los ojos que debían leer desde siempre este texto... RM
¿Inició el verano?
¿Inició el verano? No sé, creo que oficialmente será en julio… gotas discretas se estrellan en los ventanales de mi oficina, la llovizna se va transformado en lluvia, lluvia de verano.
Aire húmedo, olor a tierra mojada, verde profundo, que habita en el recuerdo porque el asfalto de la ciudad devoró lo que alguna vez existió.
El agua no disminuye, por el contrario su fuerza aumenta y acompañada de relámpagos fractura el horizonte.
Afuera todo está mojado, algunas calles se inundarán, los tejados repelen su ataque, resisten su furia y el paisaje cambia. La gente presurosa intenta escapar, confiados en el triunfo de su maniobra corren, lo intentan pero no logran su cometido, han olvidado que no se puede escapar de todo.
El sonido insistente del golpeteo en el cristal se convierte en canción nueva, imagino que Satriani es el responsable, juega con mi imaginación y me envuelve... ¿Piensas en mí? No sé.
La lluvia forma un río que baja por las calles, espectáculo que seduce la vista. Moja, arrastra, sumerge todo… ¿la soledad sucumbe a su paso?
¿Por qué la lluvia es tan traviesa? Hoy juega con mi sentir, con la ropa de los transeúntes donde deja su huella, con las mujeres que lamentan la inminente pérdida de calzado a manos de esa inconciente.
La luz desaparece, el cielo gris apaga poco a poco el resabio luminoso vespertino, los cristales empañados, mi nariz húmeda y me perdí de ti. ¿A dónde voy?
Una a una se encienden las luces de los edificios, la noche cubre mi ciudad, casi puedo respirar esta tarde lluviosa y sigo afanándome para vivir sin ti.
Lluvia caprichosa de la ciudad de México, juguetona, impredecible y persistente… si supieras cómo ahondas mi pena, despiertas mis añoranzas y alargas el tiempo de su ausencia, seguro terminarías y yo podría irme a casa.
Fátima de M
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